Fue un gran pintor y un gran amigo. Su presencia habitual en las programaciones de nuestras Galerías de
Girona y Figueres fueron admiradas y aceptadas por el público que veía en su obra un dominio maravilloso del
claroscuro, de la vibración de la luz en la penumbra.
La composición de sus cuadros entre la sombra y la luz vibrante es un diálogo íntimo y pausado que nos ofrece Rafael Català con una grandeza seductora y excepcional.
Exposiciones: